-Buenas tardes. ¿Hablo con el señor Gabriel Rolón?
-Sí, soy yo. ¿Quién habla?
- Ah, mire: mi nombre es Ulises Cantalapiedra y me gustaría hacerle una consulta.
-Ahora mismo estoy ocupado. ¿No puede ser en otro momento?
-En realidad, me gustaría tener un diagnóstico acerca de mi enfermedad ahora mismo... no sé si después mi condición se agrave de tal manera que yo tenga que ser internado y no pueda hablar más con usted...
-Bueno, ¿pero cuál es tu problema?
- ...Por el momento estoy medicado.
- Sí, ok. ¿Es un problema psicológico?
- Sí, claro, por supuesto. Es un problema psicológico que me trae bastantes dolores de cabeza... Doctor Rolón, yo tengo un trastorno de personalidades múltiples.
-Eso no se puede tratar telefónicamente. Para eso tenés que ver a un profesional calificado. Cualquiera puede tratarte. Si te parece bien, te paso el número de mi consultorio.
-Por favor, escúcheme. Estoy realmente desesperado. Por lo menos ayúdeme a calmarme un poco.
-Está bien ¿Qué te anda pasando? ¿Ulises es tu nombre?
-Sí, Ulises Cantalapiedra. Vea, doctor, mi problema es este: yo soy jugador de fútketball...
- ¿De qué?
- De fútketball. "El fútbol panameño", fútbol pero con reglas parecidas a las del básketball. Y algunos elementos del teatro kabuki.
- Ajá. ¿Y el tema de las personalidades múltiples por donde viene?
- Viene por el lado de que yo soy mi propia botinera.
-¡¿Cómo?!
- Es muy común que a los deportistas se acerquen algunas chicas por interés, ya sea por la fama, o por la fortuna. A esas chicas se les llama "botineras".
- Sí, conozco. ¿Pero cómo que vos sos tu propia botinera?
- Pasa que el fútketball está pegando mucho en la Argentina, y yo soy una de las grandes promesas de este deporte...
- ¿Pero cuantos años tenés?
- 27 años. La vida útil de un futketballista se extiende hasta los 40 y pico.
- Ajá.
- Actualmente la federación argentina cuenta con tres clubes: Flandria, Banfield y Macavi. Yo juego en Banfield, salimos campeones en la copa sudamericana de fútketball: le ganamos a Paraguay 42-61.
-¿42-61?
- Sí. Se restan puntos. Y gana el equipo con mayor cantidad de lesionados... a veces lesiono yo mismo a mis compañeros...
- ...
- ...Otras veces me lesionan a mí. Es igual: yo estoy mal.
- ¿Y me decís que sentís una enorme presión?
- Muchísima. Me acosan las mujeres, se me ofrecen. Pero yo soy una persona muy a apegada a Banfield, que es mi barrio.
- Entiendo.
- Rechacé pases al exterior.
- Ajá. ¿Y no te parece que esa postura tuya, a la larga, te está haciendo daño? Digo, deberías abrirte al exterior, conocer más gente, si es lo que vos querés...
- Y... sí. Es lo que quiero, pero ahí está el problema adonde quiero llegar.
- Dijiste "Quiero llegar". ¿Adónde querés llegar?
- ...
-¿Qué es lo que me querés decir?
- Era en sentido figurado. No quiero llegar a ningún lado.
- ¿Ves? Ahí está tu problema. Vos querés permanecer.
- No, yo quiero irme. Tengo un contrato en Barcelona por medio millón de pesos y un Fiat Duna.
- Y andate.
- Pero no puedo...
- ¿Porqué?
- Porque está María Pía Onganía.
- ¿Quién es María Pía Onganía?
- Soy yo mismo.
- ¿Cómo?
- La cosa es así: yo estaba en Esperanto con el resto del equipo, festejando que le habíamos ganado al Macavi, cuando me entraron ganas de ir al baño. Siento un fuerte dolor en la zona abdominal, y entonces entro a una de las cabinas donde estaban los inodoros. En ese momento, entro en colapso y me levanto varios minutos después... voy a la pileta a lavarme la cara, y no veo mi rostro...¡Veo el rostro de una mina! ¡Que encima estaba buena! Salgo corriendo con los pantalones bajos, choco con varios mozos, me tropiezo con un escalón y me voy de boca al piso. ¿Resultado? Termino en la guardia odontológica del hospital Fernández. Me tuvieron que poner los dientes de adelante de vuelta.
- Bueno, eso fue una alucinación. Todas las personas tienen un lado femenino y uno masculino, aunque la gran mayoría solo desarrolla uno solo de sus dos lados.
-Como Julio Iglesias...
-¿Cómo?
-Un solo lado...
-Un chiste, perdón. El tema es que María Pía Onganía no se separó de mí desde esa noche. Mientras estaba guardando reposo, creo que por acción de la xilocaína, empecé a delirar... me hablaba, me hablaba, me hablaba... así, poco a poco se fue apoderando de mi vida.
-Tenés que entender que ella no existe: sos vos mismo.
-Sí, dígaselo al arquero del Flandria al que le hice una fellatio. Ella se está apoderando de mi cuerpo. Me usa la tarjeta de crédito, me hizo hacerme las uñas esculpidas... perdone que le diga, pero hasta me hice una "tira de cola".
- ¿Y no te acordás de nada?
- No, de nada. Mi mente se pone en blanco, ella empieza a tomar posesión de mi cuerpo, y después vuelvo a ser yo mismo. A veces amanezco en mi departamento, rodeado de pilchas de mina y sin un mango en la tarjeta de crédito. Lo peor de todo es que mis compañeros del equipo, que ya conocen mi caso, se aprovechan de mi segunda personalidad... se le insinúan... después quiero ir y cagarlos a trompadas. ¿No sé si entiende?
-Absolutamente. Nunca había oído un caso así en mi vida. ¿Nunca te planteaste tu sexualidad?
-¿Qué me está tratando de decir?
-Es probable que exista una problemática mucho más profunda debajo de tu aparente problema de personalidades múltiples.
- No es un problema.
- Se te hace difícil relacionarte con las personas.
- No, al contrario. María Pía es bisexual. Se lleva bien con todo el mundo. Al principio estaba bueno porque
armábamos tríos de dos personas. Después se empezó a complicar cuando quería que fueran parte de esos tríos preparadores físicos, vendedores de localidades... ahí empezaron los problemas...
- Este, yo...
- Ahora quiere ponerse siliconas. Un día voy a ir a la concentración de Banfield con siliconas... imagínese a usted mismo con dos globos. Qué feo, ¿no?
- Ummm... me parece que me estás cargando.
- No, Rolón los deportistas no tenemos sentido del humor... lo que le digo es la pura verdad.
-Ummm...
- No, no. Esto es un problema real. Estoy desesperado. Me estoy convirtiendo en una mina.
- Bueno, volveme a llamar y explicame más detenidamente tu problema. Ahora estoy ocupado.
- Lo voy a llamar y hasta es probable que le caiga al consultorio.
-Voy a estar atendiendo pacientes... generalmente las consultas se arreglan...
-¿Con plata?
-...con antelación. ¿Cómo?
- No, que cueste lo voy a pagar gustoso si usted me ayuda a que María Pía de existir.
- Bueno, bueno. Chau.
- Chau. Ah, una última cosa...
- ¿Sí?
- Cuando me atienda me gustaría que lo hiciese a puertas abiertas... ella es un poco efusiva con los hombres maduros, y créame que puede hacer que me le tire encima, le de besos o sabe Dios que cosas más terribles. ¿Sí?
- ...
-¿Hola? ¿Rolón? ¿Hola, hola?
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